viernes, enero 12, 2007

CAPÍTULO 4, 1ª parte

“LA AUTORIDAD”

- ¡He usted!
- ¿Es a mí?
- Si, a usted que corre como alma que lleva el diablo.
- Tengo prisa, ¿Ocurre algo señor agente?
- ¿Adónde va con tanta prisa? ¿Sabe qué tiene usted una actitud bastante sospechosa?
- ¿Sospechosa dice? Solo corría.
- Es por eso, porque corría demasiado rápido. Además usted es nuevo en pueblo ¿No es así?
- Si, precisamente iba a ....
- Me parece que me va a tener que acompañar.
- ¿Acompañarle? ¿Pero por qué? ¡Si solo corría!
- El cargo va a ser ... actitud desbocada y provocadora.
- ¿Pero qué cojones dice?
- ¡Lo qué ha oído! Su actitud es bastante desbocada y provocadora, y sobre todo ¡Muy, muy sospechosa!
- No entiendo nada de nada, ¿Desde cuándo es delito correr?
- Desde el mismo momento en que puede provocar nerviosismo en las demás personas ¿Es consciente del peligro qué eso supone? Podría suceder cualquier cosa o lo que es peor, tal vez usted corra por haber cometido algún otro delito y estar huyendo del lugar del crimen.
- ¡Solo corría porqué llego tarde a mi entrevista de admisión!
- ¿De admisión dice?
- Sí solamente eso.
- No obstante me va a acompañar para aclarar esto, si no tiene nada que ocultar, nada tiene que temer.
- ¡Maldita sea voy a llegar tarde a la entrevista!
- Ese será otro problema, pero yo le hago una notificación del retraso. Si no le importa ¿Podría colocar las manos a la espalda?
- ¿Para qué?
- ¡Hay señor que pocas películas ha visto de policías! ¡Motivos de seguridad! He de esposarle.
- ¡Pero si le repito que no he hecho nada de nada!
- Sinceramente señor creo que se está poniendo usted un poco violento, y eso no es bueno ni legal.
- ¡Esta bien, le acompañaré dónde usted quiera!
- Gracias, su buena y sumisa actitud constarán en mi informe.
- ¿Va a hacer un informe de esto?
- Es mi obligación. Camine delante de mí por favor.
- ¡Ah! Me ha apretado demasiado las esposas, me hacen daño.
- No se queje tanto, la casa de la autoridad está cerca.

Aun no doy crédito a lo que está sucediendo aquí ¡Voy esposado al cuartelillo por correr! O este tío no está en sus cabales, o tiene un exceso de celo profesional o lo que es peor Simón tiene razón y aquí están medio desequilibrados. Definitivamente necesitan de mi ayuda.

No hay comentarios: