lunes, enero 08, 2007

CAPÍTULO 3 5ª PARTE

- ¿Qué es lo que dijo exactamente?
- Mi memoria no es que sea demasiado buena, tampoco presté mucha atención a su palabrería y además me largue antes de que terminara. Mas o menos vino a decir lo que pone en el libro que le dieron cuando usted llegó al pueblo.
-Acabo de llegar como quien dice, todavía no me han dado nada, supongo que me lo darán luego en la entrevista. Me gustaría saber con mas profundidad a que voy a jurar lealtad mañana.
- Usted va a jurar un compendio de despropósitos, ya se habrá fijado en la piedra que hay esculpida en el antiguo ayuntamiento, allí están escritas las leyes de su doctrina.
- Si, las he leído, y de verdad no me parece que predique ninguna estupidez.
- Nadie dice que eso sea un desvarío, ese escrito es obra de un persona con capacidad para hacer razonamientos sopesados, no tengo ni la menor duda que fue el cura quién los escribió. El problema viene cuando esa mujer los adapta a su conveniencia, y para llevarlos a cabo instaura ese estado de contención moral, que no deja de ser nada más que una manera de hacerse con el poder en el pueblo. ¿Le queda mucho?
- No, ya está listo, espero que aguante. Dependerá de usted, debe guardar reposo.
- No le aseguro nada. Pero gracias.
- No tiene porqué darlas, pero por favor hábleme de lo que dijo aquella noche...
- ¡Está usted muy pesado con eso! Debería salir corriendo de aquí mientras pueda. Luego no podrá salir.
- Creo que correré el riesgo.
- Nos dijo que a partir de la noche de la desinhibición moral había estado reflexionando sin poder llegar a entender el sentido de nuestra existencia en el mundo, que en un primer momento había creído que la vida humana no tenía ningún valor, así como nuestras almas, pero que después de leer el Libro de la Verdad, lo tenía todo claro, dijo que estábamos aquí para cumplir con nuestro destino, y que aunque escrito podríamos manejarlo a base de una adecuada convivencia social y humana, basándolo todo en el respeto a la ley y al orden.
- Sigo pensando que aunque son unos pensamientos vagos y muy difusos, no hay nada de malo.
- Y así es, nada e todo eso parece inadecuado para los momentos que vivimos. El trauma llega en el momento en que empieza a trasgiversar las cosas. Nos comunicó en aquel mismo momento, que era consciente de la trascendencia de la muerte de personas inocentes, como el cura u otros. Se exculpó automáticamente dando a entender que todos los actos malignos del pasado habían sido señales claras del camino erróneo, que este tipo de hechos nos iluminarían en el nuevo camino, delimitando lo “propio” e “impropio”. También dijo que estábamos en una nueva era, que claramente todo lo sucedido era como una gran purificación, como una limpia universal. Toda una sarta de incongruencias, documentadas con el diario del cura. O como ella misma lo denominó “El legado” y las documentó con octavillas que todos debimos aprender de carrerilla.

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