martes, septiembre 04, 2007

Ramón y Cajal sin más.


Nada de humor en este post, me apetecía dibujar a este genio aragonés. Mi primer acrílico completo ¿Se nota verdad? jeje, prometo ir mejorando, o al menos intentarlo.
Coloco una gran frase de este científico y premio Nobel de Fisiología y Medicina, con la que estoy totalmente de acuerdo:
"Todo hombre puede, por sí solo, ser el escultor de su propio cerebro (...)
Toda obra grande, en arte como en ciencia, es el resultado de una gran pasión puesta al servicio de una gran idea".
Saludos.

jueves, agosto 09, 2007

YA PODEIS ADQUIRIRLA ENTERA

Hola personas virtuales que milagrosamente accedéis a este, que es mi blog. Como parece que ni yo ni vosotros tenéis muchas ganas de continúar con esto, he decidido autopublicarlo de golpe en internet, se puede adquirir en modo impreso o pdf. Este es el lin desde el que podéis pillarlo.
Saludos a todossssssss
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viernes, enero 19, 2007

CAPÍTULO 4, 4ªparte

- ¡Oiga qué no tengo todo el día! ¿Va a declarar o no? Mire que ya sabe aquello que dicen “del que calla otorga”
- Está bien, está bien. Me llamo Luis Martínez, era psicólogo y ...
- ¿Psicólogo dice usted?
- Sí, psicólogo. No sé por qué todo el mundo se extraña cuando lo digo ¿Hay algún problema?
- Pues podría ser que sí, esa profesión puede ser peligrosa, cada vez me parece más sospechosa su actitud. Primero la carrera a toda prisa, luego esa agresividad incontrolada, encima es usted amigo de Simón, y para colmo es usted psicólogo ¡Esto va de mal en peor!
- No soy amigo de Simón, y no veo el problema en mi profesión.
- Todo parece apuntarle como un provocador de la contención moral, el delito más grave. Ahora hay que saber quien le envía.
- Le repito que yo no he venido a provocar a nada ni a nadie, solo busco un poco de tranquilidad ¡Nada más!
- No hace falta elevar el tono de voz, sosiéguese. Sus conocimientos del subconsciente humano y como manipularlos son armas peligrosas en estos tiempos ¿Acaso no lo sabía?
- Pues no, no lo sabía. Yo creía que sería todo lo contrario. De todas formas le pido por favor hablar con alguien de más graduación, creo que usted y yo no nos podemos entender.
- ¡Ah no, amigo mío! ¿Qué pasa? ¿No puedes manipular mi conducta y quieres intentarlo con otro? Estas muy equivocado listillo. Ahora mismo te voy a incomunicar en una celda hasta que estudiemos la forma y manera de tratar esta clara amenaza de la contención moral.
- ¡Por favor escúcheme un momento! ¡No le voy a hacer nada! ¡De verás!
- ¡Habla chucho que no te escucho! ¡Blablablabla, su palabrería no funciona conmigo, en estos mismos momentos es como si aislara mis oídos a sus palabras. Vamos levántese y no me haga emplear la fuerza ¡Carlitos anota que por el presente el detenido queda incomunicado para salvaguardar la seguridad moral general del pueblo hasta nueva orden!.
- ¿Qué ha pasado?
- ¡Es psicólogo! Tápate las orejas, no le escuches.
- ¿No me jodas?
- ¡Esto es un desvarío y un atropello contra mi libertad! ¡Se lo repito una vez más! ¡Yo no he hecho ni quiero hacer nada contra la seguridad de nadie! Exijo hablar con la Guía!

domingo, enero 14, 2007

CAPÍTULO 4, 3ª parte

Simón tiene la habilidad y el poder de poner a todos nerviosos, cada vez que aparece con esa sonrisa bobalicona y medio embriagado encrespa a alguno de los secuaces de Carmen. La gente le teme, en cuanto apareció se largaron todos, no se veía un alma a manos de veinte metros a su redonda. Si él quisiera podría hacer mucho por este pueblo.
Creo que ya llegamos, es una lástima no poder encomendarme a ningún santo ni al mismo Dios, tengo un mal presentimiento. El corazón parece que vaya a salirse de su sitio y no consigo caminar con tranquilidad, parezco un pato mareado. Si me viera mi Márgara, pobrecita.
Este edificio aun provoca más el miedo si cabe, su aspecto recuerda a aquellos de los antiguos regímenes comunistas del milenio pasado. ¿Por qué lo habrán pintado de negro? Tal vez sea para imponer mas temor, o por luto... esta tía creo que no haga nada porqué así porque sí.

- Buenas tardes Ovidio, tu no paras nunca. Siempre trabajando. ¿Qué ha hecho?
- Todo ha empezado con una simple verificación de actitud sospechosa, luego se ha convertido en un delito de actitud desbocada y provocadora, después ha seguido con un delito flagrante de negación de la autoridad y levantamiento de falsos testimonios contra la autoridad y para terminar se ha lucido provocándome una crisis transitoria moral.
- ¿No jodas? Menudo gañan tenemos aquí. La pena va a ser dura.
- Encima es amigo de Simón, parece ser que le ayudo. No sé, pero creo que se le podría añadir alguna falta más por provocar al provocador.
- No sé que decirte, a Simón no le hace falta que le provoque nadie.
- ¿Puedo hablar? Por favor.
- Hablarás cuando se te pregunte. Ni siquiera eres sospechoso, ya eres un delincuente ¿Dónde vas Ovidio?
- Pues a dónde va a ser, debo seguir con la vigilancia. Las diligencias os las dejo a vosotros... ya sabes ¡Órdenes son órdenes!
- Claro que sí, yo me ocupo.
- Bueno hasta luego Tomás y te cuidado con este tipo.
- Voy a tomarle una minuciosa declaración, esto requiere una ardua investigación. De momento mandaré una notificación a la oficina de admisión de foráneos, preguntando si es cierto que tenía la entrevista a las siete en punto de la tarde ¡Hasta luego Ovidio! ¡Carlitos ven aquí! Que te vas a ver a tu amiguita.

Definitivamente esta gente necesita ayuda, han perdido totalmente el juicio. El tal Tomás parece de más alta graduación, quizá él pueda entender lo sucedido, tiene cara de bonachón, seguro que entiende...

- Por favor podría darme su nombre y apellidos, su oficio y el motivo de su visita a nuestro pueblo.

No me dejan ni respirar, no para ni un instante en sus pesquisas. Debo intentar conservar la calma o no saldré de aquí en todo el día, respiraré hondo, me armaré de paciencia y seguiré los consejos de Márgara, pensaré en algo que me tranquilice, pensaré en ella, en sus relajantes ojos pardos.

sábado, enero 13, 2007

CAPÍTULO 4, 2ª parte

- ¡Por cierto! No me ha leído mis derechos y ni siquiera me ha dicho cual es su nombre y número de placa de agente de la autoridad. Aquí se está produciendo una irregularidad manifiesta y me quejaré a quien haga falta...
- No se esfuerce amigo ¿No lo recuerda? ¿De verdad no se acuerda de qué si que le he leído sus derechos? Creo que debería visitar a un médico o a un psicólogo, está usted perdiendo memoria.
- ¡Miente! ¡No me los ha leído!
- Le digo que sí, me está haciendo perder la paciencia, a los ya mencionados cargos añadiré “negación de la autoridad” y “Levantamiento de falsos testimonios contra la autoridad” Se lo está poniendo usted muy mal a sí mismo.
- No entiendo nada de lo que dice.
- ¡Ande y calle! Será lo mejor para usted y para mí. Al final me va a provocar una crisis transitoria moral y eso no sería bueno. Así que le ordeno que se calle de una vez.
- No sabe ni de lo que está hablando.
- Ya está, la siento, ya llega, no puedo pararla.
- ¡Maldito! ¿Pero qué hace? ¿Por qué me ha pegado semejante porrazo?
- No he sido yo, ha sido la crisis transitoria. Ahora hay un nuevo cargo, la lista se alarga. Provocar crisis transitorias en la autoridad es un delito muy jodido.

Este tipo está muy mal, deberían encerrarlo. Ahora si que la he fastidiado de verdad. Esta contingencia me desvía del objetivo, esto se pone feo, muy feo. Este animal desequilibrado puede hacer cualquier cosa conmigo. Mejor será hacer caso y callar. Toda la gente no está mirando, todos van esgrimiendo un extraño gesto que no llego a entender, es como un “¡Si es qué no puede ser con esta gentuza!” Lo que más me inquieta es si su gesto es por mí o por él.

- ¡Hombre si es mi amigo el sondeador de mentes! ¿Ya te han agarrado en alguna absurda falta? ¡Si es qué no puede ser con esta gente de la ciudad!
- ¡Cállate si no te quieres venir con nosotros a la casa de la autoridad!

¡Mierda, esto es lo único que me faltaba! Simón por aquí, y por lo que veo con ganas de juerga.

- ¡Hombre, hombre, hombre! ¿A quién tenemos por aquí? Si es el ilustre portador de la ley, Ovidio nuestro querido ex fontanero. Hoy has dado el gran golpe, ya tienes un detenido. ¡Y qué detenido! ¿Habéis visto que bien cumple con sus obligaciones? ¡Es encantador!
- Simón hace días que estas jugando con fuego y al final te vas a quemar.
- Déjalo Simón, ve a guardar reposo. Seguro que se aclara todo en la casa de la autoridad.
- Ni de coña, no lo dejo. ¡Lo siento, perdona, perdóname y ten piedad de un pobre borracho, ten clemencia de un pobre miserable sin un destino tan altivo como el tuyo!
- Menos cachondeo, ¡Te la estas jugando! Ayer ya te dieron lo tuyo, a mi no me importaría partirte la pierna que te queda sana.
- ¡Lo siento he infringido la ley! Quiero que me lleves detenido junto al quebrantador y además esposado como él. Que me hace ilu ¡Toma aquí tienes estas manos sucias incontenidas!
- Sabes que no puedo llevarte ¡Ahora el día que se te acabe el chollo, seré el primero en venir a buscarte! Ese día...
- ¿Ese día qué? Solo eres un monaguillo de Carmen.
- ¡No se como la guía puede esperar más de ti! Solo eres un despojo humano.
- ¡Huy, huy, huy me parece que voy a tener que denunciarte, estas cometiendo un grave delito! ¡Nada más y nada menos que rebatir algo que ha opinado nuestra Guía. Eso está muy feo.
- ¡Haz lo que quieras! No te va a creer nadie ¡Y tu sigue caminando, nadie te ha dicho que pares!

viernes, enero 12, 2007

CAPÍTULO 4, 1ª parte

“LA AUTORIDAD”

- ¡He usted!
- ¿Es a mí?
- Si, a usted que corre como alma que lleva el diablo.
- Tengo prisa, ¿Ocurre algo señor agente?
- ¿Adónde va con tanta prisa? ¿Sabe qué tiene usted una actitud bastante sospechosa?
- ¿Sospechosa dice? Solo corría.
- Es por eso, porque corría demasiado rápido. Además usted es nuevo en pueblo ¿No es así?
- Si, precisamente iba a ....
- Me parece que me va a tener que acompañar.
- ¿Acompañarle? ¿Pero por qué? ¡Si solo corría!
- El cargo va a ser ... actitud desbocada y provocadora.
- ¿Pero qué cojones dice?
- ¡Lo qué ha oído! Su actitud es bastante desbocada y provocadora, y sobre todo ¡Muy, muy sospechosa!
- No entiendo nada de nada, ¿Desde cuándo es delito correr?
- Desde el mismo momento en que puede provocar nerviosismo en las demás personas ¿Es consciente del peligro qué eso supone? Podría suceder cualquier cosa o lo que es peor, tal vez usted corra por haber cometido algún otro delito y estar huyendo del lugar del crimen.
- ¡Solo corría porqué llego tarde a mi entrevista de admisión!
- ¿De admisión dice?
- Sí solamente eso.
- No obstante me va a acompañar para aclarar esto, si no tiene nada que ocultar, nada tiene que temer.
- ¡Maldita sea voy a llegar tarde a la entrevista!
- Ese será otro problema, pero yo le hago una notificación del retraso. Si no le importa ¿Podría colocar las manos a la espalda?
- ¿Para qué?
- ¡Hay señor que pocas películas ha visto de policías! ¡Motivos de seguridad! He de esposarle.
- ¡Pero si le repito que no he hecho nada de nada!
- Sinceramente señor creo que se está poniendo usted un poco violento, y eso no es bueno ni legal.
- ¡Esta bien, le acompañaré dónde usted quiera!
- Gracias, su buena y sumisa actitud constarán en mi informe.
- ¿Va a hacer un informe de esto?
- Es mi obligación. Camine delante de mí por favor.
- ¡Ah! Me ha apretado demasiado las esposas, me hacen daño.
- No se queje tanto, la casa de la autoridad está cerca.

Aun no doy crédito a lo que está sucediendo aquí ¡Voy esposado al cuartelillo por correr! O este tío no está en sus cabales, o tiene un exceso de celo profesional o lo que es peor Simón tiene razón y aquí están medio desequilibrados. Definitivamente necesitan de mi ayuda.

jueves, enero 11, 2007

CAPÍTULO 3, 8ª parte

Son mas de las seis de la tarde y no se ve a nadie por la calle, parece un pueblo fantasma, luce un sol espléndido, demasiado espléndido, me voy a freír. No sé que ponerme para la entrevista, mi único traje es de invierno y lo demás es ropa excesivamente informal. Creo que estoy demasiado nervioso, no es para tanto. Estos momentos me recuerdan a los días posteriores a mi graduación, continuas entrevistas de trabajo ¡Dios cuánto ha cambiado mi vida! ¡Mierda! Espero que no se me escape ninguna de las palabras prohibidas durante la entrevista. Ya casi es la hora de salir, a las siete en punto, ni antes ni después, la puntualidad es importante. Ya son menos cuarto, creo que bajaré a la tasca a hacer tiempo, tomaré uno de esos insípidos cafés de Bartolomé, ¡Igual hasta se anima y me da charla! ¿Pero por qué estoy tan nervioso? Ojalá estuvieras aquí Margara, ese besito antes de salir era como un bálsamo para mí.
...............
Ahí está, mal limpiando con desgana esas tazas de café, se parecen mucho a un juego que tenía mi abuela Juana. ¡Pobrecilla! Ojalá estuviera aquí, seguro que me animaría, ella siempre lo hacía “¡Vamos, vamos hijo no te desanimes ahora, ya has conseguido tu título y eso es lo mas difícil, el trabajo vendrá solo con un poco de lucha” Aun no me explico porque una mujer tan fuerte como ella no pudo superar aquel maldito día de las revelaciones, y lo que es peor no pude hacer nada por ella, se evadió de la realidad sin más, como mi abuelo y mis padres....
- ¡Buenas tardes Bartolomé! Parece que el sol hoy nos está castigando.
- ¿Qué va a ser señor?
- Un cortado, corto de leche por favor.
- Ahora mismo va.
No entiendo a esta gente, es irritante observarles, parecen como resignados a su suerte. El enterrador o el propio Simón, aunque con un cierto componente de rebeldía también están resignados. Son como tarugos de madera, ni hablan, ni sonríen, ni lloran... ¡Nada de nada! Hablar a este tío es como hablar a las paredes, camina de un lado a otro del mostrador como un plantígrado perezoso, sin mas alicientes en la vida que servir cuatro cafés al día, quién sabe a lo mejor es su manera de no perder la cordura y así sobrevivir.
- Bartolomé, ¿Hace mucho que tiene la tasca?
- ¿Usted cómo sabe mi nombre? Yo no conozco el suyo.
- ¡Hombre todo el mundo le llama así aquí! Mi nombre es Luis Martínez.
- ¿Por qué quiere saber si hace o no hace tiempo qué tengo este local?
- Es una manera de entablar conversación, solo eso.
- Perdone usted ¿Qué le hace pensar que tengo ganas de charlar?
- Bueno, es usted muy conversador con los demás.
- Con los demás sí, pero con usted no. No me gusta la gente de fuera, y menos los que vienen a recoger los despojos.
- ¿Por qué piensa que he venido a eso?
- Usted charla demasiado, todos vienen a eso. Aquí tiene su café, me lo abonará en el acto, es una costumbre de la casa, gracias.
Creo que será mejor no insistir, este hombre no ofrece ninguna posibilidad de conversación, al menos de momento. Para colmo me ha puesto más nervioso de lo que ya estaba. ¡Mierda ya son menos cinco! Ya puedo correr si quiero llegar a la hora. La antigua casa del cura no está muy lejos de aquí. Es gracioso que esa mujer halla tomado como lugar de residencia la vivienda del párroco.

miércoles, enero 10, 2007

CAPÍTULO 3, 7ªparte

- Exacto, todos han aceptado a Carmen como una guía, es una nueva iluminada, nuestra civilización como siempre está necesitada de líderes o de guías, como quiera llamarlo, aunque como en este caso sea esa furcia jubilada que impone a base de miedo y muerte sus leyes prosperando en medio del caos moral, económico y político. Siempre ha pasado y seguirá pasando, guerras, revoluciones y un largo etcétera de momentos propicios para el surgimiento de este tipo de fenómenos ¡Todo se resume en eso!
- Si las cosas están tan mal, ¿Por qué no hace nada por evitarlo?
- No les debo nada, ellos no se merecen nada mejor que lo que les está ocurriendo ahora. Es un pueblo mezquino y cruel, siempre lo fue conmigo, el hecho de ser ateo declarado ha marcado mi existencia aquí, me hicieron la vida imposible. Todos ellos, menos el cura que siempre tuvo tolerancia hacia mí.
- Pensé que usted estaba por encima del rencor, ahora es momento de que personas como usted arrimen el hombro para construir un nuevo mundo...
- ¡No sea imbécil! El mundo está ya construido, hace mucho tiempo que no se puede hacer nada por él, es así y ni usted ni yo lo cambiaremos jamás. Prefiero seguir riéndome de toda la gente de este pueblo y por añadidura del resto del planeta.
- Así lo único que conseguirá es que le maten...
- No lo crea, como usted dijo bien antes, yo juego con ventaja. Esta estúpida sigue enamorada de mí, no me harán ningún daño, solo he de esperar cuánto tiempo Carmen será capaz de aguantar mis desplantes.
- O sea, ¿usted ya ha escrito su destino?
- Claro, desde el mismo día que no hice nada por el cura. Bueno señor sicólogo, me tengo que ir, ha sido un placer a pesar de todo. Mañana si sigo vivo vendré a que me mire la herida.
- Por supuesto, venga cuando quiera. Me interesa muchísimo hablar con usted, yo también de he contarle cosas que están pasando no muy lejos de aquí.
- ¿Qué cosas? Ahora me deja intrigado.
- Primero he de hablar con esa mujer, y ahora no me queda tiempo he de terminar de arreglarme y salir corriendo a la entrevista. Si quieres puedes quedarte aquí.
- No gracias, iré a mi casa. Es usted un poco intrigante, tenga cuidado, ella lo notará, ha conocido miles de tipos a lo largo de su vida.
- No se preocupe, como le dije solo quiero ayudar.
...........
Al menos ya sé lo que pasó, ahora he de dar un enfoque a mi trabajo, he de resituar la estrategia, ver como incrustarme en este nuevo mini estado. Y sobre todo hacer un buen informe de lo que está pasando. Tal vez me dejen en paz y pueda conducir mi vida hacia donde yo quiera, ¿Por qué no? Tal vez sea este un buen sitio para empezar.
Bueno no me queda mucho tiempo, he de bañarme rápido. No me debo poner nervioso, aunque la verdad después de conversar con estos dos hombres me siento un poco atemorizado por lo de la entrevista. Me preguntó que misión me encomendará en la comunidad, obviamente debo hacerle la pelota, ahora mas o menos sé cuales son sus directrices, se como decirle lo que ella espera que le diga. Tal vez consiga un trabajo como psicólogo, esta gente está muy necesitada de nosotros.
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martes, enero 09, 2007

CAPÍTULO 3, 6ª parte

- ¿La gente sabe qué es el diario del cura?
- Si claro, pero nadie, o casi nadie sabía que él escribía en un diario. Ella lo presentó como eso, como el “Legado” dijo que lo había escrito para todos nosotros antes de morir. Yo conocía su existencia hace muchos años. Hablábamos mucho él y yo, a pesar de nuestras diferencias siempre tuvimos una relación cordial, siempre charlamos sobre temas teológicos, lo mejor de todo es que él siempre buscó nexos entre creyentes y no creyentes, él decía que sin tener certeza todos creíamos en lo mismo.
- Es un buen enfoque, ¿Qué le perdió?
- La verdad, creo que como todos perdió lo que él creía ser su destino, eso es lo peor. Es como yo, en cierto modo he perdido una razón para vivir, ¿Por qué cree que me llaman el ateo? Fui beligerante con los temas de fe, confieso que me divertía ver como muchos perdían los papeles defendiendo algo tan difuso como la “fe”.
- De todas formas, no puedo creer que esa mujer lo esté haciendo tan mal, la gente parece... ¿Calmada?
- No se confunda amigo, es pura apariencia. Es todo fruto de una especie de alineamiento, es lo mismo de siempre. Ella se aprovecha de esa extraña necesidad innata en todos los mortales de creer en algo o tal vez la mezquina manía de tener que darle un sentido a todas las cosas de la vida. Se les ha dado todo lo que necesitan, símbolos, mártires y algo en lo que creer; todo bien aderezado con su charlatanería y bastante miedo provocan este estado semi adormecido.
- No es nada estúpida, al contrario parece inteligente.
- Y lo es, como le dije una cosa es remodelar y otra construir, ella remodeló unas ideas. Les proporcionó el símbolo que no es otra cosa que el diario de un hombre sabio y desesperado; les dio mártires, que fueron víctimas de la locura colectiva y que murieron sin una sola razón de peso; les ha dado un sentido a sus vidas que no es otra cosa que lo que dice la Biblia cristiana adaptada a los pensamientos del cura y por último después de matarlo con sus propias manos ha santificado al propio cura, otorgándole el papel de un nuevo profeta de la humanidad ¡Total nada!
- Pues lo cierto es que no sé si por casualidad o por méritos propios, pero es una buena estrategia.
- ¿Usted cree? ¿Me está diciendo que es lo mejor que podemos esperar después de las revelaciones?
- No es eso, pero tal vez sea un comienzo.
- A ver señor listillo de ciudad, ella a todo esto no lo denomina religión ni secta ni nada por el estilo, se refiere a ello en términos humanísticos, es decir la figura del cura toma el rol de una especie de filósofo de importancia vital para la convivencia de la humanidad y que se sacrificó por todos nosotros ¿A qué le suena todo esto?
- Ya entiendo, una especie de nueva religión sin llamarle religión.

lunes, enero 08, 2007

CAPÍTULO 3 5ª PARTE

- ¿Qué es lo que dijo exactamente?
- Mi memoria no es que sea demasiado buena, tampoco presté mucha atención a su palabrería y además me largue antes de que terminara. Mas o menos vino a decir lo que pone en el libro que le dieron cuando usted llegó al pueblo.
-Acabo de llegar como quien dice, todavía no me han dado nada, supongo que me lo darán luego en la entrevista. Me gustaría saber con mas profundidad a que voy a jurar lealtad mañana.
- Usted va a jurar un compendio de despropósitos, ya se habrá fijado en la piedra que hay esculpida en el antiguo ayuntamiento, allí están escritas las leyes de su doctrina.
- Si, las he leído, y de verdad no me parece que predique ninguna estupidez.
- Nadie dice que eso sea un desvarío, ese escrito es obra de un persona con capacidad para hacer razonamientos sopesados, no tengo ni la menor duda que fue el cura quién los escribió. El problema viene cuando esa mujer los adapta a su conveniencia, y para llevarlos a cabo instaura ese estado de contención moral, que no deja de ser nada más que una manera de hacerse con el poder en el pueblo. ¿Le queda mucho?
- No, ya está listo, espero que aguante. Dependerá de usted, debe guardar reposo.
- No le aseguro nada. Pero gracias.
- No tiene porqué darlas, pero por favor hábleme de lo que dijo aquella noche...
- ¡Está usted muy pesado con eso! Debería salir corriendo de aquí mientras pueda. Luego no podrá salir.
- Creo que correré el riesgo.
- Nos dijo que a partir de la noche de la desinhibición moral había estado reflexionando sin poder llegar a entender el sentido de nuestra existencia en el mundo, que en un primer momento había creído que la vida humana no tenía ningún valor, así como nuestras almas, pero que después de leer el Libro de la Verdad, lo tenía todo claro, dijo que estábamos aquí para cumplir con nuestro destino, y que aunque escrito podríamos manejarlo a base de una adecuada convivencia social y humana, basándolo todo en el respeto a la ley y al orden.
- Sigo pensando que aunque son unos pensamientos vagos y muy difusos, no hay nada de malo.
- Y así es, nada e todo eso parece inadecuado para los momentos que vivimos. El trauma llega en el momento en que empieza a trasgiversar las cosas. Nos comunicó en aquel mismo momento, que era consciente de la trascendencia de la muerte de personas inocentes, como el cura u otros. Se exculpó automáticamente dando a entender que todos los actos malignos del pasado habían sido señales claras del camino erróneo, que este tipo de hechos nos iluminarían en el nuevo camino, delimitando lo “propio” e “impropio”. También dijo que estábamos en una nueva era, que claramente todo lo sucedido era como una gran purificación, como una limpia universal. Toda una sarta de incongruencias, documentadas con el diario del cura. O como ella misma lo denominó “El legado” y las documentó con octavillas que todos debimos aprender de carrerilla.

domingo, enero 07, 2007

CAPÍTULO 3 4ª parte

- Bueno pues ahí le va. A ese día le siguieron tres días mas de silencio absoluto, hubo quien al darse cuenta de lo ocurrido aquella noche huyó, no se si por vergüenza o por miedo, otros se quedaron intentando organizar sus vidas, entre estos estoy yo, que como puede comprobar no lo he conseguido, pues me he convertido en un borracho sin futuro. La gente de este pueblo está muy desorientada, no tienen un rumbo definido, todavía no se han asimilado las revelaciones, ni creo que se asimilen jamás. La doctrina cristiana estaba demasiado arraigada aquí. Encontrar un sentido a todo se les hace muy cuesta arriba y allí apareció ella para mostrarles el camino. Sea cual fuere este, les dio igual, sólo querían saber donde ir.
- ¿Entonces por qué la critica? Les dio lo que ellos necesitaban.
- Mire usted, ha perdido completamente el juicio. Durante esos tres días de silencio debió leer el diario del cura, y así el día uno de abril compareció ante el pueblo.
- ¿Ante todo el pueblo?
- Sí, todo el pueblo. Todos fuimos obligados a ir. Manolo el panadero, Ovidio y sus secuaces se encargaron de comunicárnoslo: “La señora Carmen tiene importantes cosas que decir, esta noche todo el mundo debe estar en la tasca de Bartolomé” Para entonces Carmen ya no era la furcia del pueblo, era toda una señora y además Señora con mayúsculas ¿Cómo lo ve?
- ¿Qué quiere que le diga? Aun no puedo formarme un opinión, ni usted ni el enterrador son elementos objetivos...
- ¿Elementos objetivos? ¡Nadie puede serlo ya! Porque a todo el mundo le está afectando de un modo u otro.
- Creo comprender...
- A las nueve en punto, tal y como dijeron compareció. Aquella noche, Carmen estaba especialmente comedida, todos nos quedamos perplejos ante semejante cambio. Ella siempre había dado la nota en todas partes, pero ese día enseñó una nueva cara, se mostró como si fuera una persona educada, en el pueblo estábamos acostumbrados a sus salidas de tono, muy propias de su profesión, pero aquel día uno de abril nada fue lo mismo. Su aspecto había cambiado, esa cara áspera y fofa, demacrada por un sinfín de sinsabores y penurias, ni siquiera lucía sus pinturas de guerra, ya no tenía que aguantar la respiración para poder enlutarse esa ridícula minifalda que ya a nadie escandalizaba. Debió ponerse algún vestido de su difunta madre y por primera vez se colocó unas gafas de miope que hasta le daban un aire intelectual. De verás parecía una cuarentona más de las de por aquí. Fue todo muy ceremonioso, incluso recuerdo que fue anunciada su llegada a la tasca como si se tratase de una autoridad importante, confieso que me quede de piedra al verla, bueno yo y el resto del pueblo.
- Imagino la reacción de todos, menudo cambio.- El tema no queda ahí, nuestro asombro fue creciendo a medida que fueron transcurriendo los minutos. Se sentó en una especie de trono, un trono que no era nada más que la silla de la iglesia del cura, y que le habían traído sus perros. En medio de una gran solemnidad se dispuso a soltar toda esa sarta de estupideces. Ella lo denominó “La Nueva Doctrina de Convivencia”