viernes, diciembre 29, 2006

CAPÍTULO 3 2ª parte

- ¿Simón se encuentra bien? ¿Puedo hacer algo por usted?
- Si puede.
- ¿El qué?
- Irse a la mierda, por ejemplo
Si que tiene un buen despertar el tipo. Debo pensar algo, a ver Luis repasa lo que sabes, eso me decía Margara, “Luis tú lo sabes todo, así que hurga en tu mollera” tal vez su orgullo sea el punto débil. Trabajaré sobre eso.
- Le he preparado café.
- Por mi se puede meter su café en el culo.
- ¿Por qué está tan cabreado? ¿Acaso le jode que le ayuden?
- No estoy cabreado, estoy jodido que es muy diferente. Me duele la pierna, el estómago, la cabeza... y ¿Por qué no? Hasta el alma.
- Al menos déjeme entrar en el baño, para que examine su pierna...
- Es usted un plasta ¿Lo sabía?
- Eso decían casi todos mis pacientes, pero al final lo agradecían...
- ¿Acaso cree qué soy un puto paciente suyo? No me joda.
- No es eso, lo decía por lo de ayudar. De todas formas no sea necio, tengo conocimientos de medicina, puedo entablillar esa pierna.
- Esta bien, pase de una puta vez.
Ahí voy, todo es cuestión de paciencia. Yo la sigo manteniendo, eso me mantiene vivo, no como al resto del equipo.
- Menudo aspecto tiene, da miedo...
- ¿Qué pretende? ¿Ser simpático? ¿Gracioso? No me hace ni puta gracia.
- Debería darse un buen baño, las heridas deben desinfectarse, está hecho un desastre, y la resaca no ayuda en nada.
- Primero mire la pierna... no puedo con este dolor... ahora que si creen que me van a hacer callar, lo tienen claro esos mal nacidos.
- Bueno, bueno, bueno.... esta pierna definitivamente esta rota, hay que desinfectar la herida e inmovilizarla, debo pensar con qué... ¿Por qué es usted así?
- ¿Cómo?
- No sé, parece que todo le atormente, después de todo sigue vivo y lo mejor de todo puede seguir opinando ¿No?
- ¿De qué va? ¿Me quiere sicoanalizar? Opino porqué siempre lo hice.
- Pero se aprovecha de sus ventajas.
- ¿De qué habla?
- No se haga el digno, digamos que se aprovecha de su... ¿Situación aventajada con Carmen?
- ¿Es eso? Nada tiene que ver, es una cuestión de echarle redaños.
- ¿A quién pretende engañar? Si ella no lo quisiera vivo ya estaría muerto, al menos es magnánima con según que personas, no creo que sea tan malvada.
- Usted no tiene ni puta idea, ¿Cree de verás que si fuera otra persona yo no sería igual?
- La verdad si lo creo.
- Debería ir mas al fondo de la cuestión, en vez de otear la superficie del problema. Bueno ¿me entablilla de una puta vez la pierna?
- Sí, sí por supuesto. La cuestión es ¿Con qué? Creo que tendré que romper una de mis sillas.
- ¿Sus sillas? No me haga reír, no son suyas. Son de un desdichado más de este pueblo, un desdichado mas del mundo.
- Bueno sé que son “prestadas” Vamos a hacer una cosa, usted se da un buen baño mientras yo preparo las tablas, las vendas y lo demás. Probablemente en unos cuantos días no podrá limpiar bien la herida.
- De acuerdo. Tardaré poco en bañarme, no quiero abusar de “su baño”
- No me venga con sutiles ironías, sólo quiero ayudar.
- Ya.
Nunca se me dieron bien los trabajos manuales, ¿Romper una silla? ¿En que diablos pensaría al decir semejante estupidez? Si al menos estuviera Margara, ¡Cuánto te echo de menos cielo! A ella siempre se le dieron bien estas cosas, nunca nadie lo diría, con su aspecto frágil, pero que va, ella era una mujer fuerte, mental y físicamente, ¡Cuánto te echo de menos Margarita!. Ya queda menos para la entrevista, unas horas y tal vez pueda largarme de aquí, aunque la verdad no sé si quiero. Esto es lo más parecido a una vida normal. Aunque todo es extraño, esta casa que ahora es mía, gracias a la desventura de un pobre electricista del cual no sé ni su apellido, mi conciencia tampoco me permite indagar más sobre él, al menos de momento. Podría haber sido asesinado sobre esta misma cama, se me ponen los pelos de punta. Mi subconsciente suele fallar poco, sentí temor al llegar aquí, y lo cierto es que solo he encontrado personas amargadas y desesperadas como el enterrador o el propio Simón, solo quería hacer mi trabajo e irme rápido, ahora no sé lo que quiero, esto no está tan mal. A lo peor este pobre desgraciado no llega a mañana, la herida de la pierna tiene un aspecto horrible, habría que curarla en condiciones y aquí no tengo lo necesario. Hablaré con Carmen, le pediré medicinas para desinfectar esa herida. Bueno Luis deja de divagar, hay que romper esa puñetera silla antes de que termine en el baño.

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