domingo, septiembre 24, 2006

CAPITULO 1, PRIMER DÍA

"EL RELIGIOSO"

23 de mayo del año O "... el mundo es un caos, ya no queda nada de lo anterior, ahora todo es nuevo y sucio. El mundo busca su propio destino sin un rumbo definido, las escrituras se están borrando mientras los hombres establecen un nuevo orden mundial, se sienten estafados y hundidos, incluso yo. Cuesta creerlo pero todo ha sido una mentira, una gran mentira impuesta por nosotros mismos hace miles de años. Manejados desde el principio por nuestra propia debilidad, esa necesidad de creer en algo superior nos ha llevado a esta situación, al borde del abismo. Nadie puede hacer nada por nadie, indefensos ante una realidad que no nos debería golpear por sorpresa, tendríamos que haber estado preparados por si acaso, pero no es así. De repente ya no somos animales privilegiados, El ya no está aquí para tendernos su mano cuando la necesitamos, no está porque no existe y ahora el género humano lo sabe. Por encima de todo ha sido una enorme desilusión, y más para mí. Le conocía mejor que nadie, llevaba más de treinta años estudiando una mentira, es triste. Comprendo el actual comportamiento humano yo también soy un ser humano, están casi enajenados y nos persiguen, es lógico".

Otra noche más, otra noche de sufrimiento y pesadilla, tal vez esta noche nadie lance piedras contra las ventanas de la hasta hace unos días casa de Dios. Ahora más que nunca siento el miedo y la desconfianza hacia ellos, me encuentro desamparado ante la misma gente que se dejó guiar por mis palabras, protegido por las sabanas de mi cama, como un niño asustado por el "Coco", ese Coco que no es más que el miedo a la maldad intrínseca de la naturaleza humana. ¡Maldita Sea! ¿A quién me encomiendo yo ahora? ya se les oye llegar, el ruido desordenado de los pasos de unos hombres que claman venganza, una revancha personificada en mi, no opondré resistencia a su voluntad, la voluntad humana.

- ¡Vamos hijo puta sal aquí y predica la palabra de Dios!

Creo que es Tomás el notario, unos de mis mas fervorosos feligreses, enloquecido y defraudado por una vida de continuos sacrificios, encaminada a conquistar el ansiado reino de Dios, esta escalada de locura ha alcanzado a todo el mundo ¿Que va a ser de ellos? lo siento pero ya no puedo hacer nada por sus almas. Seguiré aquí en mi cama, en la ficticia cobija de estas sabanas cada día más sucias, como mi vida, como sus vidas. ¡Dios! ya van de nuevo a escupir su furia contra la casa del Dios caído, cada día son más... Andrés, Ovidio, Marta... están todos, indecisos y desbordados por la impotencia.

- ¡Venga cabronazo de mierda, sal aquí que te vamos hacer tragar toda la mierda que nos has hecho comer durante todos estos años!...
- ¡No hay penitencia para ti, el único pago es tu muerte, el pueblo pide venganza!...
- ¡Mentiroso hijo de puta!

No puedo responderles pues en parte tienen razón, solo quiero que acaben de una vez. Esto dura ya más de tres días y cada noche empeora. ¡Ahí llega un coche!

- ¡Hombre si es Don Antonio! la mano fuerte de la ley. ¿A qué vienes? tu ya no tienes nada que hacer aquí, ¡Lárgate y no te metas en esto!

¡Oh Dios! mi buen Juan, toda la vida ayudándome, mi mejor monaguillo y sobre todo una buena persona. Al menos se que está vivo.

- ¡Venga todo el mundo fuera de aquí! esto se ha terminado, dejar a ese desgraciado, ya ha habido demasiadas muertes en tan pocos días.
- ¡No nos iremos! tu ya no eres la autoridad porque ya no hay leyes en este pueblo. ¡Aquí manda el que más huevos tiene!
- Exacto, la única ley es la que ponen los huevos de mi ametralladora ¿Quién quiere ser el primero, tu Juan o tal vez seas tú Don Tomás? Solo venía a comunicaros la muerte de Don Ernesto, se ha pegado un tiro en la cabeza hará media hora. Nuestro alcalde se ha suicidado.

¿Cuántos más caerán victimas de su propia desilusión? debería salir ahí fuera y consolarlos pero me siento incapaz, como ha dicho Don Antonio soy un pobre desgraciado, aún mas que ellos. Sin la fuerza de la palabra de Dios no soy nada, no tengo argumentos, nada que decir, nunca pensé lo verdaderamente cobarde que soy desnudo ante ellos. Se han callado, solo se oyen sus pasos alejándose y ... ¿qué es eso? están llorando, gimen ante la evidencia de su situación, a Don Ernesto se le quería en este pueblo, otro buen hombre, a lo peor ya no hay sitio en el mundo para los buenos hombres. Debo dormir, no quiero sentir, no quiero vivir, el penoso estado de mi conciencia me está torturando, es mi deteriorado estado anímico, siento sus primeros impulsos autodestructivos, no como ni bebo, yo también estoy al borde del suicidio

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho la idea a ver si publicas mas continuo. Gracias

Anónimo dijo...

Bueno pikachu, que me has dado plantón con el 2º capítulo... ahora que ya no echan la serie de "los 4400" a ver si me engancho a esta historia de ficción.